En un rio a las afueras de Rochester, en el norte de Nueva York, es generalmente un lugar muy tranquilo para pasar tiempo al aire libre. Pero ayer, la naturaleza decidió vengarse de nosotros.

Michael Cavenaugh navegaba por el río cuando notó algo extraño en el aire. De la nada un castor enojado lo atacó. El roedor anfibio enfurecido lo mordió, con la intención de hacerle daño.

Los gritos de Cavenaugh fueron escuchados por el personal de un bote cercano, que salieron para ayudarlo. Fue necesario tomar un remo y golpear tan fuerte al roedor que el remo se quebró y el animal murió en el lugar.

No se sabe exactamente por qué el castor atacó a Cavenaugh, pero los animales por lo general atacan cuando están protegiendo a sus crías que se encuentran en una cueva cercana. En cualquier caso, Cavenaugh fue tratado por heridas punzantes profundas y recibió una vacuna contra la rabia, por si acaso.