Centenares de personas han rendido homenaje a los dos rehenes que perdieron la vida en la operación de las fuerzas del orden que puso fin al secuestro de una cafetería de Sídney en el barrio de Martin Place.

Entre los presentes ha estado el primer ministro, Tony Abbott, que debe lidiar con la pregunta de cómo el responsable, un hombre con pasado violento y ligado al extremismo islámico, pudo pasar desapercibido para las autoridades: “Incluso aunque este individuo, esta persona enferma y perturbada, hubiese estado en todas nuestras listas de vigilancia, aunque este individuo hubiese estado vigilado 24 horas al día, es más que posible que este incidente hubiese ocurrido”, dijo el dirigente.

El secuestrador, Man Haron Monis, falleció en la operación. También murieron dos de sus rehenes, Katrina Dawson y Tori Johnson. Éste último, responsable de la cafetería, esta siendo descrito como héroe por medios locales, que informan de que murió tratando de arrebatar el arma al secuestrador. No obstante, aún se está investigando el incidente para esclarecer los hechos. Además, cuatro personas, incluido un agente, resultaron heridas.