Las protestas de Ferguson se extienden a todo Estados Unidos
- hace 9 años
170 ciudades, incluyendo Washington, Nueva York, Los Ángeles, Houston o Minneapolis, han sido escenario de manifestaciones contra la decisión de un gran jurado de no imputar al policía blanco que acabó con la vida del joven afroamericano Michael Brown en la localidad de Misuri.
Por segunda noche consecutiva, Ferguson ha sido el epicentro de la indignación. La ciudad se ha blindado con más de 2.000 agentes de la Guardia Nacional y otros cuerpos de seguridad para evitar que se repita lo ocurrido en la madrugada anterior, saldada con más de 80 detenidos.
En Nueva York, según medios locales, la manifestación transcurrió tranquila entre Union Square y Times Square, aunque hubo al menos tres arrestados por intentar cortar una calle. En Atlanta, según la policía local, fueron 21.
Por lo general, las diferentes protestas en todo el país han sido predominantemente pacíficas, salvo algunos incidentes. En Ferguson sí hubo actos de mayor gravedad. Un coche de la policía fue incendiado y los agentes usaron gas lacrimógeno. No se ha informado de heridos. La tensión es tal, que las autoridades temen que la mecha de una nueva ola de disturbios pueda encenderse en cualquier momento.
Por segunda noche consecutiva, Ferguson ha sido el epicentro de la indignación. La ciudad se ha blindado con más de 2.000 agentes de la Guardia Nacional y otros cuerpos de seguridad para evitar que se repita lo ocurrido en la madrugada anterior, saldada con más de 80 detenidos.
En Nueva York, según medios locales, la manifestación transcurrió tranquila entre Union Square y Times Square, aunque hubo al menos tres arrestados por intentar cortar una calle. En Atlanta, según la policía local, fueron 21.
Por lo general, las diferentes protestas en todo el país han sido predominantemente pacíficas, salvo algunos incidentes. En Ferguson sí hubo actos de mayor gravedad. Un coche de la policía fue incendiado y los agentes usaron gas lacrimógeno. No se ha informado de heridos. La tensión es tal, que las autoridades temen que la mecha de una nueva ola de disturbios pueda encenderse en cualquier momento.