De Mesmer a Hitler: Historia del control mental
  • hace 9 años
El deseo de controlar a las personas totalmente es muy antiguo y cualquier dictadura, régimen autoritario o monarquía despótica siempre han tratado de que sus ciudadanos o súbditos tengan las mismas ideas y actitudes, especialmente hacia sus dirigentes. Para este fin se ha utilizado desde hace mucho tiempo la propaganda y la represión de cabecillas u organizaciones. Pero estas acciones no pueden acabar con las ideas díscolas en la totalidad de la población, pese a que así consiguen evitar que se manifiesten abiertamente, al menos durante algún tiempo. Para acabar con las ideas de algunas personas concretas se ha recurrido a la tortura que en muchas ocasiones se limitaba a extraer confesiones; pero distintas organizaciones represoras descubrieron que con técnicas desorientadoras, frío, mala alimentación y presión constante podía implantar en sus torturados la idea que quisieran para que después declararan esa idea implantada ante jueces y tribunales, por ejemplo
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