NITSA 94/96 EL GIRO ELECTRÓNICO
- 10 years ago
(ES) La productora Igloo Films junto con la agencia DMentes, han llevando a cabo la realización de “NITSA 94/96 EL GIRO ELECTRÓNICO”, un documental que narra los inicios del club NITSA y el movimiento electrónico que éste generó.
Nacido en 1994, su icónica pista giratoria albergó referentes musicales como Jeff Mills, Darren Emerson, Ian Pooley, Laurent Garnier, Sven Vath o Carl Craig, hasta el momento desconocidos para la mayoría del público.
Además, el club NITSA vivió el nacimiento de Dj Sideral, quien revolucionó la escena indie y underground de Barcelona a través de sesiones eclécticas y vibrantes donde la electrónica y el pop se fusionaban generando un nuevo y sorprendente estilo musical.
Alrededor de este club, se construyó una industria que hasta entonces era inexistente. Se popularizaron las revistas musicales, el diseño gráfico tomó las calles y el flyer se convirtió en icono de la cultura de clubs.
Fue un momento creativo e innovador que sirvió de inspiración para festivales de la talla de Sónar y de Primavera Sound.
Pasaron sólo dos años antes que NITSA se trasladara a Apolo, pero fueron dos años llenos de magia, inocencia y curiosidad que marcaron para siempre el ADN de la ciudad.
Nacido en 1994, su icónica pista giratoria albergó referentes musicales como Jeff Mills, Darren Emerson, Ian Pooley, Laurent Garnier, Sven Vath o Carl Craig, hasta el momento desconocidos para la mayoría del público.
Además, el club NITSA vivió el nacimiento de Dj Sideral, quien revolucionó la escena indie y underground de Barcelona a través de sesiones eclécticas y vibrantes donde la electrónica y el pop se fusionaban generando un nuevo y sorprendente estilo musical.
Alrededor de este club, se construyó una industria que hasta entonces era inexistente. Se popularizaron las revistas musicales, el diseño gráfico tomó las calles y el flyer se convirtió en icono de la cultura de clubs.
Fue un momento creativo e innovador que sirvió de inspiración para festivales de la talla de Sónar y de Primavera Sound.
Pasaron sólo dos años antes que NITSA se trasladara a Apolo, pero fueron dos años llenos de magia, inocencia y curiosidad que marcaron para siempre el ADN de la ciudad.