Segundo día del festival del Eid al-Fitr

  • hace 10 años
En Bagdad, la celebración del fin del Ramadán tiene lugar entre fuertes medidas de seguridad.

Los rezos de la comunidad chií se han realizado en medio de la incertidumbre, sabedores de que la milicia yihadista sunní del Estado Islámico sigue teniendo en sus planes tomar la capital iraquí y conocedores la incapacidad política, al menos por el momento, para crear un gobierno de unidad que frente su avance.

Más tranquilidad ha habido en Pakistán. Pese a la amenaza Talibán, no ha habido incidentes, aunque algunos expertos auguran no habrá intentos de atentados mientras dure la celebración. Por ello, a partir del uno de agosto, será el ejército el que se encargue de proteger la capital durante 90 días.

“Las medidas de seguridad son impresionantes. Gracias a Alá hemos podido hacer nuestros rezos sin ningún tipo de miedo ni preocupaciones por nuestra seguridad. Todo el mundo rezó en una atmósfera muy pacífica”, explica un habitante de Karachi.

Todos coinciden ademas en su preocupación por sus correligionarios palestinos, cuya celebración convive con la ofensiva israelí.

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