El proyecto de parque turístico de lujo Hellenicon en la costa de Atenas divide a Grecia
  • hace 10 años
Grecia fía su futuro a proyectos faraónicos que pasan por la privatización de antiguos equipamientos públicos. Es el caso del antiguo aeropuerto internacional de Atenas cerrado en 2001, donde la sociedad Lamda Development proyecta el inmenso parque turístico Hellenicon que debe extenderse a las instalaciones abandonadas de los Juegos Olímpicos de 2004 y tres kilómetros y medio de costa.

“Es un proyecto que pondrá Grecia en el mapa global del turismo e integrará diversos usos”, asegura Odisseas Athanassiou, presidente de Lamda Development. “En el mundo se pueden encontrar sitios con grandes y bonitos parques, otros con acceso a una bellas costas, otros con un clima fantástico. Aquí, tendremos una combinación de las tres cosas. Construiremos el mayor y más moderno acuario de Europa, con un museo de vida marina, uno de los mayores parques del continente y al menos una torre de pisos que será la más alta del Mediterráneo”.

Lambda Development compró en marzo estas 620 hectáreas por 915 millones de euros en una subasta del Estado. La empresa pertenece al multimillonario griego Spiros Latsis, junto al grupo chino Fosum y el de Abu Dabi Al Maabar.

“La privatización del antiguo aeropuerto no era un procedimiento rápido ni simple”, explica la redactora de Economía en la delegación de Atenas de Euronews, Symela Touchtidou. “Han pasado treinta meses desde que éste empezó. En principio se interesaron nueve compañías, pero solo una presentó oferta. La compañía ganó el proyecto, pero no sabe cuando empezarán las obras”.

Los vecinos de Hellenicon, ocho kilómetros al sur de Atenas, y la oposición de izquierdas al gobierno de coalición se oponen al proyecto por la venta de unos terrenos e instalaciones públicas para un destino privado y alejado de las necesidades del país.

“A la gente, no solo a los vecinos de la región sino tambén a los de Atenas, no le interesa la construcción de casas de lujo, hoteles, casinos y centros comerciales”, critica el alcalde de la zona, Christos Kotzidis. “La gente necesita parques, espacios de ocio abiertos”.

Los promotores del complejo cifran en siete mil millones de euros la inversión y cincuenta mil la creación de empleos: veinte mil durante la construcción y treinta mil para cuando entre en funcionamiento.

“La economía griega necesita desesperadamente nuevas inversiones y fortalezar su demanda interna”, justifica el analista heleno Nikos Vettas, mánager general de la Foundation for Economic & Industrial Research. “A finales de 2026, nuestros Producto Interior Bruto podría crecer un dos por ciento”.

Antes de que esto ocurra, el Consejo de Estado griego debe aún pronunciarse. Si su decisión es positiva, las obras podrían comenzar en 2016. De hecho, la troika internacional que tutela financieramente a Grecia se dijo satisfecha de la privatización de esta zona en las afueras de la capital. Suya es buena parte de esta apuesta por un Mónaco en el mar Egeo.
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