EE.UU. hace frente a una oleada de inmigración infantil sin precedentes
  • hace 10 años
Más de 52 mil niños procedentes de Guatemala, El Salvador y Honduras han sido detenidos en la frontera entre México y Estados Unidos desde el pasado octubre, el doble que el año pasado durante el mismo periodo. Otros miles de menores detenidos estaban acompañados por sus padres.

Las autoridades de inmigración son inflexibles: todos serán deportados independientemente de sus edades.
Pero este asunto ha vuelto a desatar las protestas de los detractores de la inmigración ilegal, sobre todo en los estados fronterizos, como aquí, en Murrieta, California.

Cynthia Daum. Manifestante:
“Cierren nuestras fronteras. Son fronteras por una razón. Si México fuera Estados Unidos, no habría fronteras, pero México no forma parte de Estados Unidos. México es un país independiente y nuestras fronteras tienen que estar cerradas”.

Un discurso completamente opuesto al de los partidarios de la regularización prometida por Obama:

Lupillo Rivera. Cantante mexicano estadounidense:
“Está mal que cierren las fronteras, porque nosotros, los latinos, no somos los únicos ilegales. Los chinos, los americanos, los africanos, los canadienses, los europeos, de todo hay ilegales. No hay ningún legal aquí, en Estados Unidos. Todos somos ilegales. Los únicos legales son los indios nativos de aquí, este es el país de ellos. Y ellos vinieron a robárselo”.

Pero el problema no afecta solo a Estados Unidos. México, país de paso, también ha sido acusado directamente en lo que se considera ya una crisis humana.
Aquí cada vez se elevan más voces para pedir que se concedan visados de tránsito a los inmigrantes para que sean menos vulnerables. Pero hasta entonces, este joven hondureño solo puede encomendarse a Dios.

Santos Josue Hernández:
“La gente siempre le cuenta cosas a uno. Dicen que adelante los asalta, los agarran…pero yo no, porque yo voy con la fe en Dios que me va a ayudar y a proteger en el camino”.

Pero para muchos, es un viaje con vuelta y con los sueños de una vida mejor rotos. Como para estas mujeres y niños deportados a Honduras, el país del que se fueron huyendo de la violencia de las bandas, de la pobreza y de la desesperación.
Recomendada