Praderas: La pequeña edad de hielo

  • hace 10 años
Camille Flammarion, en su obra La atmósfera, cuya edición española data de 1902, hizo una recopilación de los inviernos más crudos de los siglos XVIII y XIX. Según este ilustre divulgador de la astronomía y la meteorología, no cabe considerar inviernos rigurosos más que “aquellos cuyo frío es bastante intenso y prolongado para congelar algunos sectores de grandes ríos, como el Sena, el Saona y el Rhin; para solidificar el vino, para destruir los tejidos de ciertos árboles y para producir graves consecuencias en el reino vegetal lo mismo que en el animal”.

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