Una nueva amenaza se respira en Sochi a unas horas de su puesta de largo. Estados Unidos ha pedido a las aerolíneas que vuelen a Rusia, y sobre todo a Sochi, que extremen las precauciones y vigilen posibles explosivos escondidos en tubos de pasta de dientes.

Esta advertencia llega la víspera de la inauguración de los Juegos de Invierno más caros de la historia, con unas medidas de seguridad sin precedentes y que han sido calificados por el presidente ruso, Vladímir Putin, como “la mayor obra del mundo”.

“Podemos ir directamente desde el pueblo hasta las instalaciones deportivas. En realidad no hay ningún problema y me siento muy segura como atleta. No hay nada que temer”, ha declarado la atleta suiza de luge Martina Kocher.

“Opino lo mismo. No me preocupo ni escucho estas cosas. Me concentro en mi carrera y trato de no preocuparme por esas cosas”, ha dicho su compatriota Gregory Carigiet .

Un total de 88 países participan en los Juegos de Invierno de Sochi, donde hoy ha arrancado la competición. Con 230 deportistas, la delegación estadounidense es la más numerosa. Una de las más pequeñas, la de Georgia, que había barajado la posibilidad de boicotear la cita olímpica rusa.