Cortometraje rodado por Claude Lelouch a mediados de los setenta donde en menos de 10 minutos un piloto casi suicida recorre las calles de París a bordo de un Ferrari 275 GTB con la mejor banda sonora posible: el sonido de su poderoso motor. La película, rodada a las 5:30 de la madrugada supuso que el autor de la misma acabara en la cárcel por conducción temeraria. A pesar de que no puede ser considerada una película como tal, su realismo le convierte en un documento excepcional. Te mostramos el corto al completo.